top of page

Hecho de tu amor

Cruel es el tiempo sin reversa, la imposibilidad de volver a sentir el aroma de tu aliento, tus caricias y lo que ocurría cuando estabas. Muchas veces me negué a aceptar gestos de un amor único y al mismo tiempo universal. Cuánto me enseñaste: a admirar la delicadeza y a reconocer la importancia del placer, por ejemplo. Me hablaste de mujeres como pétalos de flores y la vida me dio a una pequeña que nació hermosa y con buen tallo. Ella crece bien gracias, en parte, a tu humildad, a tu capacidad para comprender al otro. A tu bondad. Hoy sin ti soy un hombre más débil, pero también alguien justo y sensato, porque camino más solo y recuerdo que el encendido de tus rabias, alegrías y reflexiones siempre ocurría desde el cariño y el agradecimiento. Soy una persona que mejora tus errores, alguien que se mueve con nostalgia hacia la noche, un aprendiz que come fiesta y bebe deseos, soy ese mismo niño volteando para ser visto, el homenaje torpe a tus palabras simples y sabias. Me duele no poder verte aunque sea de lejos, aunque sea por 20 segundos, y también me duele saber que tu protección es solamente una idea que me niego a soltar. Como ves, soy un hombre con dudas. Eso debe llenarte de orgullo. En tu ausencia he seguido siendo honesto y testarudo, escucho más a mi corazón que a los consejos que me regalan otros, así sean mis amigos. Hoy me siento un poco triste, pero la verdad es que soy un privilegiado y sigo tratando de construir una vida con muchos momentos de alegría. Estoy más tranquilo, madre, y tú también puedes estarlo, porque soy el hijo imperfecto hecho de tu amor.

bottom of page