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Comisario del Sebin imputado por asesinato de Bassil se declaró inocente

Trabajo escrito por Indira Rojas, coordinado y editado por Valentina Oropeza, para la unidad de investigación de Contrapunto.com.

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Monitorear a distancia las marchas programadas para el Día de la Juventud fue la orden que recibieron los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) que estaban de guardia el miércoles 12 de febrero de 2014, el día en el que fueron asesinados Bassil Da Costa y Juan Montoya en las adyacencias a la sede principal del Ministerio Público (MP), y Roberto Redman en el municipio Chacao.

Fotografías y videos publicados en caliente mostraban a casi una decena de hombres mientras disparaban contra los manifestantes en varias esquinas de la parroquia Candelaria, cercanas al edificio de la Fiscalía ubicado en Parque Carabobo. Unos vestían uniformes del Sebin, instancia adscrita desde 2012 a la Vicepresidencia de la República, y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Otros andaban de civil y circulaban en motocicletas.

Aquellas imágenes sirvieron como insumos fundamentales para armar el expediente de investigación del MP que hoy analiza el tribunal 48o de control, a cargo de Nelson Moncada, para establecer quiénes fueron responsables por el asesinato de Da Costa, un joven carpintero de 24 años de edad que recibió un disparo detrás de la cabeza que le ocasionó traumatismo craneoencefálico severo, según consta en las evaluaciones forenses del cuerpo.

Siete sebines, un policía nacional bolivariano y un sargento segundo del Ejército están imputados por el caso de Da Costa, la primera de 43 víctimas cuyas muertes investiga el MP en el contexto de cinco meses de protestas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Otros dos civiles que aparecen en los videos mientras disparan fueron exonerados de cargos.

La experticia balística determinó que el comisario del Sebin José Ramón Perdomo Camacho disparó contra Da Costa, por lo cual está detenido en la sede del organismo de inteligencia en El Helicoide, mientras arranca el juicio en su contra. Los abogados defensores de los familiares de Da Costa precisaron a Contrapunto que Camacho se declaró inocente en la audiencia preliminar, pero se negó a dar detalles de su actuación el 12 de febrero. El 17 de junio del año pasado, el MP ordenó su pase a juicio y ratificó la medida de privativa de libertad en su contra.

Los otros ocho funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado imputados se rehusaron a prestar declaraciones, tras ampararse en el artículo 49 numeral 5 de la Constitución, según el cual ninguna persona "podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma", y que establece que la confesión solo será válida si no hay coacción de por medio.

Los civiles José Domínguez y José Giovanni Valladares, quienes aparecen en las fotografías mientras disparan, no figuran como acusados en el expediente.

Contrapunto te muestra quiénes son los imputados por el asesinato de Bassil Da Costa:

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1. El testigo que declaró ante el MP señalado como el funcionario "B" identificó a este comisario del Sebin como "el de la camisa manga larga negra o gris" en las fotografías que los fiscales le presentaron cuando emitió su testimonio ante el MP.

La experticia balística determinó que este efectivo, de 41 años, fue quien disparó contra Da Costa, por lo que está imputado por homicidio intencional calificado con alevosía y motivos innobles y permanece recluido en la sede de El Helicoide en el Sebin. Es el único juzgado con privativa de libertad.

El protocolo de autopsia del cuerpo de Da Costa reveló que la trayectoria del proyectil que lo mató fue "de arriba-abajo-derecha con características de distancia".

Perdomo también está acusado de uso indebido de arma orgánica y quebrantamiento de pactos internacionales suscritos por la República, pero todavía no ha sido enjuiciado ni hay sentencia que concrete su culpabilidad, ya que la fase de juicio de este caso aún no se ha iniciado. La primera audiencia de esta etapa, pautada para el 6 de febrero, fue diferida para el 20 de marzo.

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2. "El de manga corta, blanca, con casco es un militar, pero tiene jerarquía de comisario. Se llama Jonathan Rodríguez", afirmó "B" ante la Fiscalía.

El funcionario es uno de los tres hombres con vestimenta civil que se distingue claramente en los videos mientras dispara hacia la manifestación. La fotografía donde aparece apuntando un arma corta 9 milímetros, un retrato logrado a pocos centímetros de Rodríguez, recorrió las redes sociales.

Entre las evidencias de documentos que se registraron en el expediente del caso se encuentra un carnet con su nombre suscrito al despacho del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en el que se identifica con el cargo de asistente del ministro. El carnet tiene logos del ministerio y de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.

También tiene una credencial del Ejército, en el que aparece como Sargento Mayor de Segunda. Tiene incluido un chip "para almacenar información digital".

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Rodríguez se desplazaba en una moto oficial / Foto: Últimas Noticias

El funcionario, de 41 años, recibió la orden Francisco de Miranda en su tercera clase el 27 de octubre del año pasado, aunque ya estaba imputado por el Ministerio Público.

Esta condecoración se otorga a "los ciudadanos y ciudadanas quienes han cumplido una excelente labor (...) demostrando apego a las normas institucionales durante su trayectoria en el resguardo de la seguridad, paz y el orden interno del pueblo venezolano", según la Gaceta Oficial publicada el 29 de octubre de 2014.

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3. El hombre de "caqui", como se le ha fichado desde que comenzaron a circular las fotos del 12-F, pertenece al colectivo revolucionario Continente de Catia, mantiene una estrecha relación con Freddy Bernal, encargado de la Comisión Presidencial para la Transformación Policial, y además posee credencial del Sebin.

Algunos funcionarios testificaron que no conocían a Domínguez, pero que lo habían oído en la red de transmisiones que comparten los comandos y los funcionarios de inteligencia en procedimientos anteriores. "Lo había escuchado haciendo labores de inteligencia y monitoreando. De hecho, él se reportaba como ÁVILA 10. Y ese día fue que nos enteramos quién era ÁVILA 10", aseguró "B".

"M", otra funcionaria que aparece en el expediente como testigo, tampoco lo reconoció como efectivo del Sebin cuando Domínguez la ayudó a levantar su moto, que encontró en el suelo luego de un primer encuentro con los manifestantes. Al efectivo "G" le informaron que pertenecía al servicio de inteligencia cuando lo vio en los videos.

Tampoco está claro qué hacía en Candelaria, pero según los testimonios "habló bastante por transmisiones porque él estaba pendiente de los manifestantes encapuchados y los que tenían máscaras", e incluso disparó una o dos veces.

Domínguez es conocido como "Miguelito", afirmación asentada en la página 42 de la acusación, y diversas actas policiales lo involucran en al menos cuatro asesinatos. En una de ellas, fechada el 17 de febrero de 2014, el director de la Policía del Municipio Libertador, Rafael León, certificó que Domínguez está adscrito al cuerpo de seguridad con el rango de comisario.

Sin embargo, pese a las pruebas, no está acusado por la muerte de Da Costa ni por ninguno de los delitos que pesan sobre el resto de los funcionarios. El MP solicitó su libertad sin restricciones y el tribunal se la otorgó.

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"Miguelito" conoce a Bernal antes de su paso por la AN / Foto: saladeinfo.wordpress.com

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4. Jaspe, de 26 años, portaba una identificación del despacho del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, que lo acredita como escolta; y una credencial de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) con cargo de oficial.

Ingresó al cuerpo policial el 1 de diciembre de 2012, según información del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, y cursó estudios en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES).

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5. Identificado como el hombre que conduce la moto en la que se traslada José Domínguez,Valladares llevaba camisa blanca estampada, jeans y casco el día de las manifestaciones.

Su nombre también fue borrado de la lista de acusados, pese a las pruebas audiovisuales de su presencia en el lugar. En varias fotografías fue capturado recolectando del piso casquillos de bala, lo que se traduciría en obstrucción a la justicia, pero tampoco está inculpado por tal acción.

El director de la Policía del Municipio Libertador, Rafael León, certificó en un acta policial en 2014 que Valladares ostenta el cargo de oficial en ese cuerpo de seguridad.

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6. Este comisario del Sebin apareció en la escena judicial de las investigaciones el 26 de febrero de 2014. En una nota de prensa publicada un mes después, el MP aseguró que estaba privado de libertad e inculpado por las mismas violaciones y faltas de sus colegas del Sebin.

Sin embargo, para junio de ese año su nombre desapareció entre los imputados y no se supo públicamente sobre su estatus. En efecto, en el expediente no aparece entre los acusados.

Collazos, de jean, chaqueta negra y una gorra identificada con las siglas Sebin, apunta contra los manifestantes a unos metros de la esquina de Tracabordo, en la calle que desemboca en la avenida Universidad, pero no se supo luego hacia dónde se dirigió.

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7. Al momento de identificar a los funcionarios del cuerpo de inteligencia que se encontraban en la esquina de Tracabordo, algunos sebines que rindieron testimonio al MP señalaron que el joven detective estaba uniformado, portaba una escopeta con cartucho antimotín y estaba de pie, cerca de una cabina telefónica y junto al comisario en jefe Manuel Pérez.

Sáez llegó alrededor de la 1:00 pm a Parque Carabobo, acompañado por el comisario Pérez, el inspector Héctor Rodríguez, el inspector jefe Lupercio Delgado, los detectives Sarelys Márquez y Jonfer Márquez, y el comisario Igor Busek.

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8. En otras fotografías, el detective "G" lo reconoce como el que está "justo detrás de la cabina telefónica". Márquez llevaba arma corta, y llegó al lugar de las protestas como parte de la comisión del comando motorizado.

El funcionario, junto con el comisario Manuel Pérez, el subcomisario Edgardo Lara y el inspector Héctor Rodríguez, se trasladó a la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz minutos antes de la 3:00 pm. Esta orden emanó del director de Acciones Inmediatas, el comisario Cruz Ramón Quintana, quien pidió a Pérez que una comisión fuera al lugar para verificar si había personas armadas.

Minutos más tarde fue visto en Tracabordo. "M" aseguró que incluso Márquez retrocedía junto con otros compañeros "porque los manifestantes se habían puesto violentos en dirección a la esquina".

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9. El detective "G" declaró que Rodríguez, con el rango de inspector del Sebin y con 33 años de edad, llevaba una escopeta con cartucho antimotín y que "disparó hacia los manifestantes violentos". Agregó que "después retrocedía para retirarnos del área porque se había quedado sin cartuchos".

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10. Quince minutos después de que el comisario general Quintana diera la orden de verificar si había personas armadas en las cercanías del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz a 350 metros de Tracabordo, es el subcomisario Lara, de 43 años, quien se escucha en las transmisiones pidiendo apoyo en la esa esquina.

Sin embargo, en las declaraciones ante los fiscales los sebines no describen cómo estaba vestido o en qué lugar se encontraba exactamente. Sí admiten reconocerlo en las fotografías que circularon en la web, y señalaron que usaba una escopeta.

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11. Este comisario en jefe del Sebin, de 51 años, es el de mayor edad en la comisión que se trasladó hasta Tracabordo. Ese día fungía como jefe de operaciones en el sitio, y los funcionarios entrevistados por la Fiscalía expresaron que Pérez es el supervisor inmediato como jefe de la coordinación motorizada.

El comisario "B" indica que el efectivo se encontraba cerca de un teléfono público, del lado izquierdo, pero en la fotografía no se puede apreciar.

En la siguiente imagen se observa a dos uniformados junto a la cabina telefónica; sin embargo, el que concuerda con la edad de Pérez está cerca de la pared.

Niegan el acuartelamiento

Al menos cuatro agentes del Sebin que declararon como testigos ante la Fiscalía aseguraron que no hubo una orden de acuartelamiento aquel 12 de febrero que los obligaran a permanecer en las sedes del organismo de inteligencia.

Los responsables de girar las instrucciones ese día fueron el comisario Cruz Ramón Quintana, director de Acciones Inmediatas; y el comisario en jefe Manuel Benigno Pérez, encargado de la coordinación de las acciones las inmediaciones del MP.

El comisario "B" dijo que a las 10:30 am recibió la instrucción de Quintana de verificar la plaza Alfredo Sadel en Las Mercedes, donde se le indicó que se encontraba "un gran grupo de ciudadanos aglomerados".

El detective "G" detalló que hicieron un recorrido por "Las Mercedes, Chacaíto, Plaza Venezuela y luego hacia el centro en la avenida Universidad".

La funcionaria "M" declaró que aproximadamente a las 11:00 am, quienes se encontraba en El Helicoide recibieron la orden de Quintana de verificar las marchas. Debían "observar e ir informando el estado de la misma, vía red de transmisiones", según su alegato.

El detective "G" admitió que el Sebin no estaba encargado del orden público en Candelariani en las adyacencias de la Fiscalía. El comisario "B" incluso ratificó que quienes debían responder a esa labor eran la PNB y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

El propio Quintana afirmó ante la Fiscalía que la prohibición de salir "con armas visibles y unidades identificadas" se emitió el 13 de febrero, y admitió que envió un equipo de comando motorizado para monitorear a distancia las dos marchas "por instrucciones del director general, Manuel Gregorio Bernal Martínez, y del director de Secretaría, Cristian Medina, del Sebin".

Sin embargo, los detectives entrevistados por el MP sostuvieron que aunque no vieron lo que ocurrió en Tracabordo porque estaban en la esquina de Perico cuando escucharon las detonaciones, quienes estaban en Tracabordo pidieron ayuda por la frecuencia de radio interna del organismo y actuaron porque "los manifestantes se tornaban violentos" e "intentaron quemar una moto".

"Quiero dejar en claro que ese día nunca tuvimos orden de acuartelamiento. Se trabajó con el grupo de guardia, y el grupo disponible y la orden de acuartelamiento llegó el 15-2-2014 como caución emanada del director general José Gregorio Bernal (...). De hecho, todo lo que se hizo ese día 12 fue por instrucciones de la superioridad", expresó el comisario "B". Un día después de los hechos, el jueves 13 de febrero, "llegó una circular indicando que nadie podía portar armas de fuego ni credenciales", reiteró el mismo funcionario.

"Había un grupo de funcionarios del Sebin que incumplieron directamente las órdenes del director de ese día, acuartelarse y no salir a la calle. Yo mandé a acuartelar al Sebin en la madrugada". Estas fueron las declaraciones de Maduro el domingo 16 de febrero, quien además refirió que el único órgano autorizado para estar en ese lugar era la PNB.

En una rueda de prensa con medios internacionales celebrada cuatro días después de estas afirmaciones, agregó que los funcionarios investigados fueron la "excepción a la regla" en un organismo caracterizado por la disciplina de su personal. Además, indicó que José Gregorio Bernal Martínez, entonces director del cuerpo de inteligencia, fue destituido y designado jefe de la Brigada Blindada número 31 en Caracas.

Manifestantes desarmados

En los videos registrados con cámaras de celulares y difundidos por las redes sociales se aprecia que Da Costa no portaba ningún arma y que corría hacia la avenida Sur 11 cuando recibió un disparo por detrás. En el expediente, concretamente en la narración de los hechos, se especifica que el joven "no representaba ninguna amenaza" para los funcionarios que se encontraban disparando.

Así como Da Costa, el resto de los manifestantes no portaban armamento. Los efectivos del cuerpo de inteligencia entrevistados por el MP señalaron que desde las 2:30 pm se escucharon detonaciones más arriba de la esquina de Perico, pero que nunca vieron a los jóvenes descargar artefactos de fuego contra el Sebin u otros uniformados. "En Tracabordo los manifestantes no portaban armas de fuego, solo piedras, palos y objetos contundentes", atestiguó la detective "M".

En la misma esquina donde cayó Da Costa, pero en la acera contraria, Gabriel Olivares se resguardó de los disparos efectuados por el Sebin. "Me acosté detrás de unas macetas", señaló. Además, indicó que el joven carpintero cayó en la última ráfaga de tiros. "Lo recogimos y caminamos más de cuatro cuadras hasta la jaula de la PNB. Cuando lo levantamos estaba ido, con los ojos blancos. Por un momento sí pensé que ya llevábamos a un muchacho muerto", contó. Olivares es uno de los cinco manifestantes que llevan a Da Costa en brazos.

Pasaron la sede del MP, y ya cansados, con las camisas, pantalones y zapatos ensangrentados, bajaron el cuerpo un momento en la estación de Parque Carabobo para recobrar fuerzas y llevarlo, unos pasos más arriba, hasta la camioneta de la policía. "Corríamos rápido porque un estudiante de la UCV, el que se ve con la bata azul y era paramédico, nos decía que el chamo se estaba muriendo, que tenía una hemorragia. Pero se nos resbalaba de las manos, mientras avanzábamos se hacía más pesado".

Da Costa recobró la conciencia fugazmente cuando llegaron a Parque Carabobo. Olviares recordó que el guatireño entreabrió los labios para decir: "No quiero morir".

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